Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías y también tenemos la alegría de nuestros dolores. Porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor que por tanto amor pagamos. Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestran la pasión de andar y el amor al camino. Tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque la lucha por la justicia y la belleza vale la pena también cuando se pierde. Y sobre todo, tenemos la alegría de nuestras esperanzas en plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido en articulo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano. Eduardo Galeano.

sábado, 27 de agosto de 2011

Fin del Karma

Todo concluye al fin…Así decía la canción ochentosa que hoy por hoy me da escalofríos de depresión-retro. Pero también tienen final esas cosas que nunca resolvemos y que nos hostigan regresando como boomerangs, como túneles oscuros que parecen no tener fin.
Ahí a lo lejos vislumbro una lucecita…esta vez no fue como en los sueños que corremos en reversa y avanzamos hacia atrás. Esta vez lo logramos, es el fin de nuestro karma!

Registro de conducir, el karma de Ana:

Por fin logre sacar mi registro de conducir. Tras años de negación y excusas tengo al fin en mis manos ese bendito plastiquito con la foto carnet más horrible que puedan imaginarse, pero eso no tiene importancia en comparación a la felicidad que me dio a cambio.
Desde que terminé la facultad no había vuelto a rendir un examen…ya había olvidado el miedo que me causa esa indeseada situación. Mis pies temblaron tanto que tomaron vida propia y se desprendían de los pedales sin que pudiera controlarlos… Sudando como en un sauna a pesar de las bajas temperaturas y luchando con mis extremidades espasmódicas pude estacionar a 45 y 180 grados y además dar una vuelta manzana completa sin atropellar a ningún peatón ni romper espejitos.
Debo decir que el nivel de exigencia del examen de vialidad en zona oeste no es para agrandarse, sinceramente lo aprueba hasta un mono con los ojos vendados…Así y todo estoy orgullosa de mi y de haber fusilado a mi tonto miedo…
Ahora me subo al podio, doy un golpecito al micrófono y digo: “Quiero compartir este trofeo con mi amor, Sergio, que sin él esto no hubiese sido posible. Quiero agradecerle por soportar todas esas tardes de puteadas y llantos histéricos…por tomar con serenidad cada “nopuedo!!!! nomesale!!!” y los golpes al volante… Por cagarme a pedos a tiempo y evitar catástrofes y por tanta paciencia. Te lo dedico a vos y prometo en este solemne acto ser prudente al volante.

El pelo largo, el karma de Sergio:

20 años con 30 cm de pelo en la cabeza, es mucho peso. Es como llevar un ser vivo a cuestas que te pide de comer insaciablemente litros de shampu y crema enjuague. Que te hace maldades y se enreda solo para burlarse de vos. Ni mas ni menos que un Gremlin hecho cabellera sobre las sienes.
Era hora de desprenderse de él. Pero claro, con él se irían los años mozos de la adolescencia…Cuantas mujeres habían conquistado juntos! Cuantas tardes al viento guardando secretos que solo ellos sabían… Cuanta facha había derramado esa melena y cuantos piropos había recibido de las muchachas del barrio!

Volvamos a la realidad, Sergio no soportaba mas su pelo por mas cariño que le tuviera. Las malas lenguas decían que su pelo era su forma de revelarse ante al mundo, que era un “hippie sucio” o un “zurdito”… Nada de eso…solo era parte de su cuerpo convirtiéndose poco a poco en karma.
Y así como yo me levante un día diciendo “mañana rindo el examen, y se acabó!” Ser dijo esa noche: “mañana si llueve me corto el pelo”.
Al día siguiente amaneció tronando y fiel a sus palabras la peluquería nos esperaba. (Digo nos porque yo no pensaba perderme este evento.)
Así fue como el Gremlin lucho contra tijeras y navajas y perdió su lucha, fue a parar a una bolsa y hoy es mostrado al público como botín de guerra. Hemos ganado la batalla!


La metamorfosis...





yes!


miércoles, 3 de agosto de 2011

Volver al barrio

El fin de esta primera etapa nos devolvió a casa. Pegamos la vuelta, y casi como por corte, pasamos de una escena a otra. Otra vez nuestra cama, el jardín, el olor a casa, los ruidos familiares del barrio volvieron a invadir nuestros sentidos…
Es raro volver, uno queda como suspendido en el tiempo varios días con esa sensación de no saber si lo que vivió fue un sueño o si paso realmente. Pero ¿cómo? ¿ya estamos acá de vuelta? ¿Tan rápido pasó? Y esa frase hecha, de molde, que tanto resuena se hace oír “si parece que fue ayer…”
Ya en la ruta todo empezó a transformarse, se extinguieron los guanacos y los horizontes con picos… la escenografía era ahora una Buenos Aires forrada de propaganda política, muchas bocinas y mosquitos!! Esos bichos nefastos que habíamos olvidado y que nos dieron la “malvenida” apenas pusimos un pie en la Pampa húmeda.
Volvimos a casa por muchas razones, hemos aprendido y nos hemos equivocado mucho en esta prueba piloto que fue la Patagonia. La segunda partida queremos que sea también nuestra segunda oportunidad para remendar nuestros errores.
Hoy, estamos flotando en el abismo de dos mundos. El de antes, que es este, el barrio, los amigos, la familia, el trabajo… y por otro lado EL VIAJE, el que ya pasó, que nos dice:-“recuerden todo lo que vivimos juntos, no se olviden de mi” y el viaje que vendrá, que reclama:-“uffff…¿que están esperando!? ¿Falta mucho para volver a salir?”
Mientras tanto, muchas cosas pasaron… los reencuentros nos llenaron el alma de alegría y de abrazos conocidos. Recargamos el corazón a 220, y pusimos manos a la obra. Eso significa que además de enfocarnos a solucionar cosas para el viaje, tuvimos también que retomar otras labores. Hasta ahora no hemos ganado la lotería, ni sabemos cómo hacer ayunos prolongados como los monjes tibetanos… por ello, aquí estamos, en “boxes” y reconstruyendo como hormiguitas cada detalle de nuestro proyecto. Ansiosos, con el triple de miedo que antes, pero con la experiencia vivida, que a pesar de los pesares nos llama a volver a las rutas y seguir adelante.

Algunas imágenes sin orden cronológico...

Verdes rutas pampeanas



Una de las últimas instantaneas del sur, en el camino de los 7 lagos.

Recuerdo de Pedro y Catalina, una tarde de mates en su comunidad Mapuche.




De vuelta en casa...

Mientras tanto, Ser cumplió 32 añitos. Su rebelión contra las tortas de cumpleaños no fue causa suficiente para no soplar las velitas.


3 deseos concedidos!



Ser y Luli, la pioja más pequeña de la familia

En casa de Mary y Roberto (papás de Ser) la pequeña Luli y tía Tona.


Este anquito tiene su espacio merecido en el blog. Nació silencioso en el jardín  y fue una grata sorpresa encontrarnos con él...Quedará inmortalizado en la foto, porque ya lo hicimos puchero!


Tío Julio


Franchi, mi sobrino sabandija.



Mamá vive en España y cruzo el Atlántico para venir a vernos...En que punto del continente sera nuestro nuevo encuentro?...Ojala sea pronto, anda eligiendo un destino.
Te queremos mucho mami!


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