Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías y también tenemos la alegría de nuestros dolores. Porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor que por tanto amor pagamos. Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestran la pasión de andar y el amor al camino. Tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque la lucha por la justicia y la belleza vale la pena también cuando se pierde. Y sobre todo, tenemos la alegría de nuestras esperanzas en plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido en articulo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano. Eduardo Galeano.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Adios a Ranchito


Paso mucho tiempo y el tiempo trajo una marea de cosas, de las lindas y de las feas. Por lo general cuando pasan de las últimas las ganas de escribir se apagan. Esa es la razón de nuestra ausencia.
De a poquito vamos a ir llenando las páginas de estos meses que a pesar de todo siguieron siendo parte de nuestro viaje… Seguimos en Buenos Aires pero siempre mirando hacia el norte y por sobre todo, hacia adelante.

Rancho, fue nuestro primer auto. Fue cómplice y parte de nuestro proyecto desde el inicio. De hecho fue comprado especialmente para el comienzo de esta aventura. Nos encariñamos por demás con esta simpática caja con ruedas y él nos gratifico siendo nuestra guarida durante 3 largos meses.
Desde su llegada, planeamos junto a él todo el viaje a lo largo de América. Veíamos postales imaginarias de Rancho en la playa, en el desierto o en la nieve.
Pero el viaje patagónico nos devolvió a Buenos Aires con una mochila de aprendizajes, dudas, y asperezas en la convivencia. Nuestras largas patas sufrieron la escases de espacio que Rancho humildemente nos proporcionó, y comenzó a surgir la pregunta. ¿Y si cambiáramos de vehículo?
Nuestra primer reacción fue de negación…”No, no podríamos despegarnos de él nunca!”
La segunda fue de culpa: “como vamos a venderlo? El fue y es parte del viaje"…Mirábamos su trompita puntuda de faroles cuadrados y sentíamos que nos decía: “porfa, no me dejen”, y eso nos llenaba de remordimiento.
La tercer reflexión fue más racional:"Es un auto... fue fiel y compañero, pero no deja de ser solo el trasporte que nos lleva, el viaje va mas allá de eso"… Después de ondas charlas, la conclusión era que para seguir adelante con el tramo más largo del viaje, necesitábamos un lugar un poquito más amplio donde pasar el resto de nuestras noches…

Fue así como la decisión fue tomada y hoy es un hecho. Pasaron largos meses hasta que finalmente Rancho eligió a su nuevo dueño. Creemos que él lo eligió, porque pasaron varias caras, y muchas propuestas pero ninguna se concretó. Casi casi se lo lleva una chica de Bariloche pero no pudo ser, se fue repentinamente y no pudimos cerrar la venta. Sabíamos en el fondo que alguien especial lo adoptaría. Finalmente apareció Fernando, un muchacho del Bolsón con el que enseguida cerramos el trámite de adopción. No caben dudas de que Rancho se enamoro del sur… El viaje por la Patagonia continuará para él, y otro nuevo comienza para nosotros: la búsqueda de una nueva compañera de ruta.






2 comentarios:

  1. Ranchito...nosotros te conocímos!! Te vamos a extrañar pero quien dice...quizás te vemos de nuevo en alguna ruta argentina, llevando tomates, muebles o una numerosa familia de chiquillos gritones...suerte en esta nueva etapa en tu vida!

    Queremos que presenten al nuevo miembro de la familia viajera!!!! Chau a la nostalgia...arriba los corazones y a planear de nuevo!!!

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  2. Hola Amigos:
    veo que ya tienen muy adelantados los trabajos en "La Gorda" a la que se ve hermosa. A no desfallecer y tómense el tiempo para prepararla bien. Para calmar la ansiedad nada mejor que tomar a estos preparativos como parte del viaje. Si les sirve de consuelo, les comento que junto a mi esposa hice el viaje con el que soñé siempre a los "62 añitos". Les mando mis saludos.
    Carlos de San Pedro (Bs. As.) de www.ungranpaisnadamas.com.ar

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