Con la Gorda ya estacionada en casa, pusimos manos a la obra, nos arremangamos la camisa y empezamos su reconstrucción, tarea que ya sentimos se está haciendo demasiado extensa.
De pensar: “Si sacamos este tornillito y le cambiamos este cosito ya estaría lista!”… pasamos a desensamblarla prácticamente TODA y descubrimos muchas cosas en peor estado del que creíamos.
Empezar a conocerla fue como jugar al juego del paquete, donde siempre hay algo mas por debajo… Cuando pensamos que algo ya está resuelto, no…ahí te espera otro paquetito.
Muchos paquetitos con problemas, fue la sorpresa que encontramos.
Nada es grave…todo se puede solucionar, pero a costa de tiempo y esfuerzo.
Hoy el proceso de restauración de Gorda esta al 50%, todo está a medias y mas que una camioneta parece un cachivache… Despintada, descuajeringada por dentro, sin paneles ni butacas corre peligro de ser confundida con un par de toneladas de chatarra para olvidar en un desarmadero.
Pero el otro 50% que falta, el que con todo nuestro empeño, sudor y lágrimas (esto es literal) estamos intentando terminar, es el que va a dejarla lista y habitable.
Estamos como el burro, corriendo tras su zanahoria, el día de salir no llega y se hace desear.
El calor nos exacerba los sentimientos y las ganas de partir contenidas se nos escapan por los poros, pero la paciencia es como un músculo que se ejercita y hoy por hoy ya seriamos físico-culturistas del don de saber esperar…
Dejamos un registro en imágenes de algunas de las cientas de cosas que día a día vamos haciendo y reconstruyendo como hormiguitas…
Empezar a conocerla fue como jugar al juego del paquete, donde siempre hay algo mas por debajo… Cuando pensamos que algo ya está resuelto, no…ahí te espera otro paquetito.
Muchos paquetitos con problemas, fue la sorpresa que encontramos.
Nada es grave…todo se puede solucionar, pero a costa de tiempo y esfuerzo.
Hoy el proceso de restauración de Gorda esta al 50%, todo está a medias y mas que una camioneta parece un cachivache… Despintada, descuajeringada por dentro, sin paneles ni butacas corre peligro de ser confundida con un par de toneladas de chatarra para olvidar en un desarmadero.
Pero el otro 50% que falta, el que con todo nuestro empeño, sudor y lágrimas (esto es literal) estamos intentando terminar, es el que va a dejarla lista y habitable.
Estamos como el burro, corriendo tras su zanahoria, el día de salir no llega y se hace desear.
El calor nos exacerba los sentimientos y las ganas de partir contenidas se nos escapan por los poros, pero la paciencia es como un músculo que se ejercita y hoy por hoy ya seriamos físico-culturistas del don de saber esperar…
Dejamos un registro en imágenes de algunas de las cientas de cosas que día a día vamos haciendo y reconstruyendo como hormiguitas…
El Plomero
El Carpintero
El Gasista
El Pintor
La que se hace la que sabe
Proceso de demaquillaje
A cara lavada
Gorda: -"me dejaron desnuda!"