Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías y también tenemos la alegría de nuestros dolores. Porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor que por tanto amor pagamos. Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestran la pasión de andar y el amor al camino. Tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque la lucha por la justicia y la belleza vale la pena también cuando se pierde. Y sobre todo, tenemos la alegría de nuestras esperanzas en plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido en articulo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano. Eduardo Galeano.

martes, 14 de abril de 2015

Panamá la hija del Homo Consumus

De nuestros 3 meses en Panamá mas de uno transcurrió en Panamá City, a veces aunque suene ilógico este viaje demanda hacer tramites y resolver cuestiones que solo pueden hacerse en una gran ciudad….como por ejemplo sacar la visa de Ser para el ingreso a los Estados Unidos, objetivo que gloriosamente fue cumplido, a pesar de las parecidas señas particulares con el primo Bin Laden y  las pocas pruebas de ser un ciervo cumplidor de las normas y leyes del puto sistema por ellos inventado… Con la visa en mano, el resto de las incógnitas dejó de importar.
Volviendo al tema, si de grandes ciudades hablamos Panamá City es un ejemplo de super metrópolis en Latinoamérica. 
Una parte de la ciudad es la antigua donde pedacitos de historia colonial descascarada se volvieron restaurantes y grandes inn de lujo, casi como Cartagena pero un cachito menos artificial... calles adoquinadas, farolitos y  hermosas casonas emergen de cada esquina… sin dudas otra ciudad para rodar una película de amor y cursilerías.
















































































En estas casas vendían las hermosas telas que utilizan las mujeres de la Comarca indígena Guna Yala. Nos quedamos con muchisimas ganas de conocer esta parte de Panamá...razón para volver...



























Naty nadando en una piscina de colores



























bello mural


Durante estos días, nuestro hogar y el de la Gorda fue la costanera del Club de Yates Amador, un espacio grande y verde para hacer base. Allí un fin de semana se llevo a cabo un evento anual y maraton que convoca a miles de personas. No podíamos no participar. Aunque la vuelta la dimos caminando, que lindo se siente cruzar la meta corriendo los últimos dos metros! Lo que importa es GANAR, digo, PARTICIPAR....



Emotivamente cumplimos dos años de viaje...




























En viaje DOS es un numero grande...


























Siempre en buena compañia, esta vez con nuestros amigos compinches Naty y Marito!


Cuando vuelva a Argentina lo primero que haré es pintar todos los gorriones desabridos de este color


























La otra parte de la ciudad, la moderna, es exagerada y ostentosa, con edificios y rascacielos que van de lo mersa a lo glamoroso y de lo vintage al mal gusto, regada de casinos y bancos por donde se mire… Lo mas rescatable y que si nos gusto es la gran cinta costera que se tiende a lo largo del mar, un espacio verde con jardines muy diseñados donde la gente sale a pasear y a hacer deporte a diario.
























































A veces tambien la pasamos de lujo...Gracias a Rodolph, viajero que ahora vive en Panamá que nos recibió en su casa, sabiendo perfectamente lo que un andante necesita: Pileta, ducha y lavarropas! nada mas! Gracias Rodolph por este dia de spa!!


























Los ojos desorbitados del pequeño Coco
























































Pero lo que mas atrae a la gente a esta exótica ciudad es el “BIG CANAL” el gran canal de Panamá del que tanto escuchamos hablar toda la vida…
Allí fuimos a conocerlo entonces, no podíamos quedarnos sin ver con nuestros propios ojos de que se trataba esta monstruosa obra de ingeniería que el hombre construyó…
Panamá es un país que ES básicamente por su canal y a causa del canal. Panamá pertenecía hace mas de unos 100 años al territorio colombiano, cuando Estados Unidos presiono al gobierno de este país para construir el canal la propuesta yankee era montar una base militar en esta región, Colombia se negó a este tratado. Poco después Estados Unidos arengo y apoyó a la población panameña para que se independicen. Una vez logrado este objetivo, alevosamente muy pocos días después de la “independencia” Estados Unidos comienza su obra tomando posesión de las tierras del canal durante casi 100 años. Esta zona era literalmente colonia estadounidense donde los panameños no tenían derecho a ingresar, salvo que estuvieran involucrados con las obras de construcción.
Recién en 1964 un levantamiento popular por la lucha de la soberanía panameña se enfrenta a las fuerzas militares en la zona del canal dejando  varias víctimas en el camino.
Hoy en día, Panamá, un país como pocos, es a pesar de tener el canal bajo su ala un país de paraísos fiscales, comercio libre de impuestos y mucha corrupción. Estados Unidos por supuesto sigue siendo uno de los mayores beneficiados de estas libertades.
Ver el canal fue un impacto grande para nuestros ojos, fue ver en persona una obra descomunal, única, y para nuestro parecer, enteramente ridícula. En pos del consumo masivo el hombre fue capaz de inventar un país, de cortarlo al medio y de explotarlo durante 100 años, y no bastando con eso, el canal sigue ampliándose, obras de magnitud muchísimo mayor están siendo construidas para los barcos modernos que superan el ancho del canal original, llamados naves Post-Panamá. Y si esto fuera poco, un tratado de China con Nicaragua esta tramitando un nuevo canal en este país centroamericano que atravesaría el Lago de Nicaragua, una de las joyas de Centroamérica. 
El impacto social y ambiental obviamente siempre en un segundo plano, y latinoamerica como siempre prostituida, ultrajada y abusada por las grandes potencias… 

Las esclusas de Miraflores una de las 3 sistemas de compuertas que nivela el agua del Lago Gatun entre el Océano Pacifico y el Atlántico y permite que estas moles transiten de un lado a otro. Dicho sea de paso millones de litros de agua dulce del lago se pierden en cada operación diaria.


























Cerca de 35 barcos cruzan por día el canal de Panamá, transportando desde alimentos hasta combustible. 
La tarifa de peaje promedio es de alrededor de US$54.000.
Se tardo mas de 10 años en concluir las obras, y mas de 27,000 obreros murieron a causa de accidentes y enfermedades, el mayor porcentaje eran de raza negra provenientes de las Antillas.


























Así se abren las compuertas que permiten nivelar el agua, el ancho del canal para sorpresa nuestra y de muchos es solo de 33 metros, ancho en el cual cabe justito el barco y ni un alfiler mas.



























Ser consiguió un laburito!



Cuando dejamos finalmente la Big City, Panamá no dejo de sorprendernos, su belleza natural es enorme y eso que fue poco lo que pudimos ver… con mucha rabia de haber perdido casi la totalidad de nuestras fotos de Panamá por una tarjeta de memoria arruinada, quedo un gran bache de recuerdos de esta etapa del viaje. En verdad los recuerdos están muy presentes dentro nuestro, pero es la razón por la cual este es uno de los post mas flacos que hemos publicado.
Quedaron en la nube de humo las fotos de mi cumpleaños, de los bellos momentos vividos con Anabel y su familia en su casita en Dolega, de la belleza de Bocas del Toro, de encuentros viajeros, de la entrada a Costa Rica, de hermosos reencuentros con amigos, del año nuevo y la navidad…
Pero a pesar de todo, de la desmotivación que nos causo la falta de apoyo en imágenes y el tiempo de demora, el blog sigue vivo!



Hasta la próximaaaa!


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